MÉXICO,
GOBIERNO DE OBEDIENTES
LA EDUCACIÓN,
POCO IMPORTA
Quien le haya sido fiel al Presidente, quien ha obedecido sus órdenes sin replicar si están dictadas para el bien o para el mal, y quien no tiene las luces para ejercer un importante cargo público, serán factores determinantes para ocupar un cargo de importancia en el gobierno federal. Tal es el caso de Leticia Ramírez. designada por el Presidente como nueva Secretaria de Educación Pública. Otros casos son: Ocavio Romero, en Pemex. O Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Seguridad Pública. A los rezagos educativos, agravados por la pandemia, habrá que enfrentarlos con conocimiento del tema y con capacidad, que, al parecer, no son luces que tenga la funcionaria designada por el Presidente. La educación poco importa. Estamos acostumbrados al desencanto con López Obrador. Ha fomentado la impunidad al no ser juzgados los funcionarios arbitrarios y ladrones del reciente pasado, ha militarizado al país, construye obras suntuosas cuyos recursos podría aplicarlos, por ejemplo, al deteriorado sector salud o al fomento de la cultura. Sin embargo, habrá que reconocer los programas sociales del gobierno, que, quiérase o no, benefician a los pobres, pero que al final de cuentas, llámense subsidios o pensiones, se convierten en votos para su partido político. El poder cambia a las personas. Las envilece o las impregna de grandeza. En el caso de México con un gobierno de obedientes y con un Presidente de muchas palabras, pero ideas cortas, muy cortas, en lugar de caminar hacia adelante, se camina hacia atrás. Un caso, la designación de la nueva Secretaria de Educación Pública. El poder es el poder. La inteligencia y la sensibilidad política no cuentan.¡Qué pena!
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