sábado, 23 de septiembre de 2023

 PINTOR Y ESCULTOR 



 

ADIÓS A FERNANDO BOTERO

 




                   La Monalisa, en el Museo Botero, Bogotá, Colombia.


El pintor y escultor colombiano Fernando Botero buscó y encontró un estilo propio que lo encumbró y lo hizo famoso mundialmente. Simplemente incorporó a su arte a los gordos del mundo, casi en todos sus aspectos. A unos les puede gustar su arte, a otros, no. Se ha demostrado que la pintura y las artes en general son reflejo de los momentos que vive la humanidad, pero no son determinantes para su desarrollo espiritual y cultural. Por ejemplo, en un encuentro de futbol se tendrá a miles de espectadores, mientras en un concierto de música clásica en un teatro, se podrán contar las butacas vacías. Botero fue un extraordinario pintor de la burguesía, apreciado en todo el mundo, principalmente por aquellos que pudieron comprar sus cuadros y esculturas en millones de pesos. Simplemente reflejó en sus obras lo que quiso ver. Murió multimillonario, pero eso no implica que su obra artística tenga un valor incalculable. Descanse en paz el gran artista.



Fernando Botero, el gran pintor y escultor colombiano, recién fallecido. Nació el martes 19 de abril de 1932, en la ciudad de Medellín, Colombia,  y murió el viernes 15 de septiembre de 2023, en la ciudad de Mónaco, Mónaco.






lunes, 18 de septiembre de 2023

 MÉXICO, UNA MUJER 

EN LA CÚSPIDE DE LA POLÍTICA



CLAUDIA SHEINBAUM 

SERÁ LA PRIMERA PRESIDENTA





Claudia Sheinbaum Pardo será la primera mujer Presidenta de México. Ganará la elección presidencial en 2024 y asumirá la presidencia por seis años, en sustitución de Andrés Manuel López Obrador. Se cree que es la más fiel funcionaria al servicio del actual mandatario, creador de la Cuarta Transformación. En política se ocupa servilismo para llegar a la meta. Muchos creen que Claudia es la política más servil de López Obrador. Tal vez, así aparenta ser. Pero no hay que olvidar que Claudia es una mujer de izquierda, lejana a la centro derecha de López Obrador. En su mandato, todavía tenemos esperanza de que habrá cambios importantes. López Obrador dejará un país de impunidad y de violencia y un gobierno militarizado y endeudado por sus obras que son un barril sin fondo, sin dejar de reconocer sus aciertos como son los programas sociales y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Cada seis años, al término del mandato presidencial, nos sentimos frustrados, decepcionados del presidente que se va. Y esperanzados con el que llega. Una historia que se repite.




 BARBARIE EN EL MUNDO




EN RECUERDO 

DE MAHSA AMINI





La barbarie no cesa en el mundo. Algunas tradiciones religiosas son bárbaras, como el uso del yihab, el velo obligatorio que deben usar las mujeres iraníes. Hace un año Mahsa Amini, iraní de origen kurdo, fue detenida y torturada por la Policía Moral Religiosa islámica del gobierno por llevar mal puesto el velo obligatorio. El hecho ocurrió a las 6 de la tarde del martes 13 de septiembre de 2022, en Teherán. Dos días después falleció en un hospital a causa de las lesiones recibidas. Las protestas por su muerte no se hicieron esperar en aquel país. Hubo represión y más de 150 muertos y decenas de lesionados. En el mundo, a un año de la muerte de esta ejemplar ciudadana iraní, se le recuerda como una mujer inconforme a las imposiciones religiosas como es el uso obligatorio del velo. Imposición bárbara en pleno siglo XXI.





UN GRAN MÁRTIR DE LA DEMOCRACIA




SALVADOR ALLENDE,

 A 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO






Se cumplió 50 años de la muerte de Salvador Allende, entonces presidente de Chile. Las diferentes versiones sobre su fallecimiento señalan que fue asesinado y la más creíble, fue la de su médico personal Patricio Guijón, presente en el momento del suicidio.  "Allende no se rinde" gritó el mandatario chileno y se disparó con un rifle en el mentón, narra el cirujano. Todo ocurrió en la mañana del 11 de septiembre de 1973 en el intenso bombardeo aéreo y el acoso a sangre y fuego de las fuerzas militares, en una operación violenta contra el Palacio de la Moneda, en donde se encontraba el Presidente Salvador Allende.  En aquel tiempo, el gobierno popular sufría el asedio de los poderosos capitalistas de la ultraderecha del país que, con el apoyo del imperio norteamericano y en complicidad con los militares, fraguaron  un golpe de estado, cuyo resultado fue la instalación de una Junta Militar, autora de miles de desapariciones y de asesinatos de opositores. La bota militar encima de los chilenos que quisieron escribir su propia historia. Allende fue un político entregado a los intereses del pueblo, un demócrata. Sin embargo, actualmente, la mayoría del pueblo chileno, sin memoria, votó por la ultraderecha que ganó el plebiscito para elaborar una nueva constitución. La sombra del fascismo regresa fortalecida ante la incapacidad del Presidente Boric de dar respuesta a las demandas populares. Qué Pena.



CONMOVEDOR, ÚLTIMO DISCURSO 

DE SALVADOR ALLENDE EN RADIO MAGALLANES






martes, 5 de septiembre de 2023

 PÁGINA 12, ARGENTINA

ACTO MÉDICO, CULPA SOCIAL Y RESPONSABILIDAD SUBJETIVA



LA TIRANÍA DE LA IMAGEN




POR ANDREA HOMENE

La muerte prematura de dos conocidas personas del mundo de la moda y el espectáculo ha reavivado la polémica acerca de las consecuencias de prácticas médicas tendientes a lograr la imagen deseada con consecuencias terribles sobre la salud y la vida de tales sujetos.

Desde el psicoanálisis resulta siempre dificultoso hablar de víctimas y victimarios, en tanto sostenemos que el Otro no existe, que el Otro está barrado, y por lo tanto, la total atribución a un individuo de la responsabilidad absoluta por las consecuencias de un acto pactado con el otro, deviene cuanto menos problematizable.

En los casos aludidos, un mismo profesional de la medicina habría aplicado en el cuerpo de los damnificados un producto que a priori habría causado un grave daño en la salud de los receptores, al punto de desencadenar su fallecimiento.

Me interesa en este punto situar tres cuestiones: en primer lugar, el alcance de la responsabilidad médica; en segundo lugar, la culpa social y por último, la responsabilidad subjetiva.

Los médicos tienen, de acuerdo a la legislación vigente, una responsabilidad de medios: están obligados en su práctica a “elegir los medios más adecuados o prósperos” para lograr el resultado salud, escogiendo el tratamiento más útil o conveniente, los procedimientos terapéuticos y clínicos más actuales y reconocidos, así como también el empleo de los elementos técnicos o farmacológicos más novedosos por su efectividad, en función de las particulares circunstancias del paciente y de la enfermedad de la que se trate.

El empleo del llamado consentimiento informado, documento que los médicos o las instituciones de salud hacen firmar al paciente frente a una determinada práctica a llevarse a cabo, colisiona con el hecho de que en la enorme mayoría de los casos el firmante desconoce de qué se trata dicho consentimiento, y las posibles consecuencias del procedimiento en cuestión.

En este aspecto, el médico no compromete o asegura el resultado salud, sino que se obliga a la elección de los medios más adecuados para alcanzar esa finalidad. Entonces, frente a un reclamo judicial, recaerá sobre el actor (el paciente) la carga de la prueba, es decir, probar que el resultado no logrado es atribuible al profesional interviniente, por no haber elegido la terapéutica o el tratamiento más adecuado y eficaz.

Uno de los ámbitos en donde la responsabilidad profesional del médico no es de medios, sino de fines, es aquel en el que se trata de intervenciones quirúrgicas de embellecimiento estético. En ellas puede sostenerse la existencia de la consecución de un resultado específico, querido, buscado y acordado entre el paciente y el profesional médico.

Ahora bien, esto no exime al médico de la obligación de utilizar los medios científicamente avalados, sino que le suma a ello el compromiso de obtener el resultado prometido.

El daño a la salud consecutivo al empleo de medios cuestionados en el ámbito científico, sumado al incumplimiento de la obligación de fin, incrementa por tanto la responsabilidad del galeno.

Respecto a la culpa social, asistimos desde hace años a la imposición del requerimiento estético como condición para alcanzar la felicidad. Y si bien en los últimos tiempos asoman vientos de cambio en este sentido, aún persisten con inusitada virulencia los mandatos de delgadez, de senos turgentes, colas firmes, ausencia de arrugas y cabellos relucientes, llevando a hombres y mujeres a someterse, no sólo a intervenciones quirúrgicas de todo tipo, sino también a dietas absurdas o a prácticas deportivas de alta exigencia no acordes a la edad o al estado físico de las personas.

Borrar las huellas del paso del tiempo; lucir siempre jóvenes, ofrecerse a la mirada como objetos de deseo anclando casi con exclusividad en una imagen brillante y atractiva, parecen seguir siendo las claves para el éxito.

Niñas que desprecian la antigua “fiesta de 15” canjeándola por una cirugía de senos, jóvenes que dedican horas al gimnasio para lograr la tan ansiada figura musculosa y viril, hombres y mujeres que bordeando la tercera edad se desviven por recuperar una imagen idealizada de sí mismos, más cercana a los treinta y pico que a lo que el calendario les anuncia.

Y aquí abordo entonces el tercero de los puntos planteados al comienzo: la responsabilidad subjetiva, frente a las decisiones que tomamos cotidianamente.

Nadie, ni en el ámbito laboral, ni en una práctica médica, ni en las relaciones de amistad, ni siquiera en el amor, “nos hace” lo que no permitimos, lo que no consentimos y hasta diría, lo que no propiciamos.

Como señalaba previamente, asumir una posición de “víctima” de un otro al que le atribuimos un poder absoluto sobre algún aspecto de nuestra vida, no sólo es consecuencia de la ausencia de implicación en eso que nos sucede y por lo que padecemos, sino que además es una trampa mortal que nos sumerje en la impotencia y en la imposibilidad de salir de ese atolladero.

El fantasma, ese que determina la estructura de la relación que mantendremos con el otro, nos lleva a buscar a ese parteneire que sólo oficiará como un títere de nuestro propio drama, del guion preestablecido por nuestras coordenadas inconscientes.

Recordar una vez más la inexistencia del Otro sin barrar, su incompletud, y la propia castración, resulta el único camino posible para la neurosis de desprenderse de sus sufrimientos.

El yo, esclavo de sus ideales, lugar del engaño, pobre tipo, se afana por adecuarse a aquello que supone lo va a convertir en el objeto del amor, de ese espejismo de completud renegatoria.

En este camino, su apuesta a la imagen ideal de sí mismo puede conducirlo al dolor, a la enfermedad o a la misma muerte.

Si el profesional médico ha incurrido en prácticas que transgredieron la legislación vigente, causando un daño irreparable en la salud de sus consultantes, deberá responder ante la justicia.

Y nosotros, como parte de una sociedad que sólo valora imágenes atractivas, en la que la palabra está devaluada o reducida a unos pocos caracteres, o que todo se resume a la foto de un instante, somos asimismo responsables de seguir aportando a la consolidación de esos ideales, o somos actores fundamentales en la deconstrucción de modelos que sólo conducen a la discriminación, a la humillación o incluso, al sacrificio. 

Andrea E. Homene es psicoanalista.