ENRIQUE ROMERO GONZÁLEZ,

LA VIDA COMO SERVICIO

Enrique Romero González.

Tuve la fortuna de conocer al abogado Enrique Romero González en su notaría, en el centro de la ciudad de Guadalajara. Fue un personaje de la vida pública que siempre me llamó la atención por ser sencillo, educado y servicial. Hace años, me acerqué, platiqué con él y nos hicimos amigos. Él sabía que yo era un comunicador independiente que no le caía bien a todos por mis ideas y por ejercer un periodismo crítico en defensa de las clases menos favorecidas. Enrique Romero González fue también un académico y jurista respetado, Maestro Emérito y durante once años Director de la Facultad de Derecho, hoy División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara. En esa institución existe una cátedra y una aula que lleva su nombre. He creído que la vida se revitaliza cuando por necesidad o por deseo se emigra. Me tocó emigrar. Desafortunadamente, después de que el maestro Romero González se desempeñó como Secretario General de Gobierno de Jalisco y tuvo detalles de verdadera amistad, solidaridad y aprecio conmigo, no nos volvimos a ver. Cuando lo recordaba, lejos de nuestro terruño, reafirmaba mi creencia en que la grandeza de un ser humano se mide por el servicio que presta a los demás. Así fue la vida de Enrique Romero González, verdadero amigo que se fue para siempre un lunes 10 de junio de 2014. Nació en Ahualulco de Mercado, Jalisco, en 1923.