domingo, 2 de octubre de 2016






GANÓ EL NO AL ACUERDO DE PAZ 
COLOMBIA SE NEGÓ A CRECER



Tristeza por la derrota del SÍ.
La tarde de este domingo 2 de octubre, no fue sorpresa cuando conocimos el resultado que dio ganador al NO en el plebiscito de refrendación al Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las FARC-EP. Hoy, todo lo acordado se quedó sin piso. En el aire. En adelante, cualquier negociación para sostener los acuerdos de La Habana deberá tener la participación de los opositores ultaderechistas del NO.  Recordemos que el plebiscito se realizó por voluntad del Presidente Santos y no era una exigencia constitucional. A pesar de las advertencias de sus asesores y de los representantes de las FARC que señalaban que el plebiscito era arriesgado y podría poner fin al proceso de paz, Santos lo realizó. Nos preguntábamos: ¿De qué le sirven al presidente Santos los asesores inteligentes, preparados y honestos si sus valiosas opiniones no las toma en cuenta para decidir un asunto de extrema importancia como sería la no realización del plebiscito? Hoy no queda más que buscar una forma alternativa que le dé continuidad al Acuerdo de Paz. Quienes vemos a Colombia desde el exterior y hemos visitado y amado ese hermoso país, conocemos la idiosincracia del colombiano que vive en las ciudades y que estuvo siempre alejado e indiferente a la barbarie de las zonas de guerra. Como en todo país capitalista, los habitantes de las ciudades son manipulados por los poderes políticos, económicos y religiosos con la complicidad de la mayoría de los medios de comunicación, prestos a servir al mejor postor. 
Colombia se parece tanto a México.
Después de la derrota del SÍ, el presidente Santos mantiene el cese al fuego y señaló que seguirá trabajando por la paz. En tanto Timochenko reiteró la voluntad de paz de las Farc-EP.
Desde mañana lunes 3 de octubre veremos qué sucederá.
La luz que esperábamos iluminara a Colombia con la paz no alcanzó a encenderse. 
Parece que la oscuridad es más poderosa.
Por hoy, Colombia se negó a crecer.

Llanto en Bogotá.

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