miércoles, 12 de julio de 2023

 LA VIOLENCIA TOCA TODO




CRIMEN DE PERIODISTAS





Deber de un gobierno es proporcionar una seguridad pública  que proteja a la sociedad. Si no es así, se está fallando como ocurre en este sexenio y como ocurrió en los recientes sexenios presidenciales. Ya hubo un narcoestado encabezado por el presidente Felipe Calderón, quien declaró una guerra parcial y fallida contra el narcotráfico y las organizaciones criminales, -que no tocó al Cártel de Sinaloa-, logrando solo un baño de sangre con miles de muertos que alcanza a nuestros días. En México, todos pueden ser víctimas de la delincuencia. Los periodistas no están a salvo de esta violenta ola gigantesca. La última víctima fue el periodista Luis Martínez Sánchez Íñiguez, del diario La Jornada, asesinado en el Estado de Nayarit. Con él. van seis periodistas asesinados este año. En el mundo. México es el país más peligroso para ejercer el periodismo. Afortunadamente existen  periodistas que no agachan la cabeza y no se convierten en cómplices de la delincuencia. Saben que arriesgan sus vidas, pero continúan en el camino de informar con veracidad. Ante tal panorama no hay señales de una política coherente en materia de seguridad pública. ¿Qué tiene que ver con la seguridad, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, principal funcionaria de la Secretaría de Seguridad Pública?  Llegó al cargo por el aprecio conocido coloquialmente como compadrazgo, que le tiene el Presidente López Obrador, cuando en el mando de esa importante Secretaría, se necesita un policía. Los militares tienen sus deberes constitucionales de proteger al país en caso de invasión extranjera, pero no de incorporarse a la seguridad ciudadana, como hoy ocurre. No se ve nada claro respecto a la política de seguridad pública del gobierno del que fue llamado Presidente de la Esperanza. Qué pena.








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