miércoles, 12 de febrero de 2025

 COLOMBIA 




ÁLVARO URIBE,  EL CRIMINAL 

MÁS IMPUNE, A JUICIO




Se inició el juicio penal en contra de Álvaro Uribe, expresidente de Colombia (2002-2010), acusado de los delitos de soborno y fraude procesal. Es la primera vez que un expresidente es enjuiciado, por lo que el hecho es histórico. En 2018, la Corte Suprema de Justicia de Colombia abrió una investigación a Uribe por soborno y manipulación de testigos. El proceso en su contra ha sido un tema de discusión política en Colombia, con algunos argumentando que las acusaciones son un intento de la justicia para desacreditar a Uribe, mientras que otros consideran que se trata de una investigación legítima sobre presuntas prácticas corruptas. Uribe es una de las figuras más influyentes y controvertidas en la historia reciente de Colombia. Su legado y su carrera política están marcados por una serie de escándalos y acusaciones de violaciones a los derechos humanos, vínculos con grupos paramilitares, corrupción y abuso de poder, lo que ha generado tanto un fervoroso apoyo como un rechazo vehemente en diferentes sectores de la sociedad colombiana. A continuación, hacemos un desglose más amplio y detallado de la historia criminal que ha acompañado a Uribe durante su vida pública.

1. Vínculos con los grupos paramilitares

Uno de los puntos más polémicos en la carrera de Uribe son las acusaciones de sus posibles vínculos con los grupos paramilitares de ultraderecha, como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El paramilitarismo en Colombia, formado en respuesta a las guerrillas, llevó a una guerra civil entre diferentes actores armados. Estos grupos, al margen de la ley, se dedicaron a extorsionar, asesinar y desplazarse forzadamente contra quienes consideraban "enemigos". Durante la época en que Uribe fue gobernador de Antioquia, algunos de sus aliados políticos y militares fueron vinculados a estos grupos, lo que suscitó sospechas de que pudo haber existido una colaboración directa. Aunque Uribe siempre ha negado estas acusaciones y sostiene que luchó contra el paramilitarismo en su gobernación, en 2008 la Corte Suprema de Justicia de Colombia abrió una investigación preliminar sobre el expresidente por estos vínculos, aunque no se ha llegado a una condena. Sin embargo, en su círculo cercano sí se han presentado cargos judiciales contra varios exgobernadores, congresistas y otros políticos que fueron aliados de Uribe por sus nexos con el paramilitarismo.

2. Chuzadas y espionaje ilegal

Otro escándalo relacionado con el gobierno de Uribe fue el caso de las chuzadas efectuada por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). El escándalo de las chuzadas se destapó en 2009, cuando se descubrió que el DAS había interceptado las comunicaciones de ciudadanos, incluyendo a personas cercanas a la oposición política, lo que vulneraba sus derechos fundamentales. Esto resultó en varias investigaciones y condenas a altos funcionarios del DAS y generó un grave daño a la reputación de Uribe y su gobierno, pues se acusó al presidente de permitir o incluso autorizar.

3. Falsos positivos

Un tema que también ha marcado la historia de Uribe es el escándalo de los falsos positivos. El caso más conocido de falsos positivos se refiere a cientos de jóvenes, muchos de ellos desempleados o pobres, que fueron reclutados, engañados o secuestrados y luego asesinados por el ejército para inflar las cifras de las “bajas” en la lucha contra la insurgencia. Aunque Uribe no fue directamente acusado de ser responsable de estas ejecuciones extrajudiciales, su gobierno fue criticado por las políticas y las órdenes de “resultados a toda costa” que contribuyeron a la creación del ambiente en el que estas violaciones a los derechos humanos ocurren.

4. Corrupción y mal manejo de fondos públicos

La administración de Uribe también estuvo marcada por varias denuncias de corrupción. En particular, se señalan irregularidades en la asignación de contratos para obras públicas, y en el manejo de los fondos destinados a la lucha contra el narcotráfico y las guerrillas. Aunque nunca fue procesado ni condenado por estos casos, se han documentado situaciones en las que miembros de su gobierno fueron implicados en escándalos de corrupción, y se ha señalado que algunas de las políticas de "seguridad" fueron utilizadas para desviar recursos. Una de las áreas más críticas fue el uso de los recursos del Estado para financiar las campañas electorales, incluidas las de Uribe y de su partido político, el Centro Democrático .

5. La controversia sobre la seguridad democrática

Uribe promovió una imagen de "guerrero" y "líder de la seguridad", pero sus políticas de mano dura y de recompensar a los militares por sus logros en combate contribuyeron a violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, el enfoque militarista de Uribe fue también uno de los puntos más controvertidos de su gobierno. Aunque obtuvieron resultados en términos de reducción de la violencia y debilitamiento de las guerrillas, estas políticas también llevaron a una serie de violaciones de derechos humanos, como las chuzadas y las bajas militares.

6. La justicia transicional y el proceso de paz

En el marco de la lucha contra los grupos armados, Uribe también se mostró reticente a los procesos de paz con las guerrillas, particularmente con las FARC. Uribe, en cambio, insistió en que la única forma de alcanzar la paz era derrotar militarmente a las guerrillas, y cuestionó fuertemente los intentos de su sucesor, Juan Manuel Santos, de iniciar un proceso de paz con las FARC.

7. El fenómeno del Uribismo

El uribismo ha sido una corriente de gran polarización en Colombia, siendo un movimiento que cuenta con un gran apoyo popular en sectores de la sociedad que valoran la seguridad y la estabilidad, pero que es profundamente rechazado por aquellos que consideran que la gestión de Uribe contribuyó a la profundización de la violencia y las violaciones a los derechos humanos.

8. El caso de la Corte Suprema y la investigación por falsos testigos y soborno

La acusación de Álvaro Uribe Vélez contra el senador Iván Cepeda, es un tema que ha estado en el centro de la política colombiana durante varios años. La controversia comenzó en 2012, cuando Uribe acusó a Cepeda, un destacado miembro del partido de izquierda Polo Democrático, de estar involucrado en la manipulación de testigos y de fomentar investigaciones falsas sobre sus supuestos  vínculos con el paramilitarismo. En ese momento, Uribe alegó que Cepeda había orquestado una campaña para difamarlo mediante la compra de testimonios falsos de ex paramilitares, los cuales habrían afirmado que Uribe tenía nexos con el paramilitarismo, lo cual es un grave cargo. A raíz de estas acusaciones, Uribe presentó una denuncia en la Corte Suprema de Justicia por "falsificación de testimonios". Por su parte, Cepeda ha defendido su trabajo como parte de su labor legislativa, argumentando que se limitaba a llevar a cabo investigaciones sobre el comportamiento del expresidente y su posible responsabilidad en violaciones de derechos.  En sus denuncias, Cepeda señaló que Uribe habría intentado sobornar a varios testigos para que retractaran sus testimonios sobre los presuntos vínculos del expresidente con el paramilitarismo. Uribe pasó de acusador a acusado. La Corte Suprema de Justicia de Colombia lo investigó y lo acusó por manipulación de testigos contra el senador Iván Cepeda. El caso generó una gran polémica, ya que Uribe, en su rol de senador, podía seguir siendo  investigado por la Corte Suprema, pero en 2020 fue señalado de obstruir el proceso judicial. Uribe presentó su renuncia al Senado para evitar que la Corte lo siguiera investigando y pasar a la justicia ordinaria donde su principal protector y partidario era el Fiscal de Colombia.

IMPUNIDAD

Álvaro Uribe Vélez es un personaje cuyas acciones y decisiones continúan generando debate y división en Colombia. Para algunos, es el líder que rescató al país de la violencia y le dio un nuevo rumbo de seguridad y estabilidad; para otros, su gobierno es responsable de la violación de derechos humanos, masacres, falsos positivos, corrupción y de la perpetuación de una política de guerra. Sin embargo, al parecer, Uribe no será condenado porque el 8 de octubre de este año, es la fecha límite para la conclusión  de su juicio, y aquí será aplicable el vencimiento de términos procesales que sus abogados y sus cómplices buscan, entorpeciendo el proceso para ganar tiempo  y llegar a esa fecha sin concluir el juicio. Es decir, el impune seguirá siendo impune. Sin embargo la figura de Uribe continuará siendo central en la política colombiana, no solo por su legado hoy cuestionado más que nunca, sino también por su capacidad para seguir influyendo en el panorama político actual a través del Centro Democrático y sus aliados, lo que asegura que la historia de su gobierno continuará siendo un tema de intenso debate por muchos años más.





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