LA INDUSTRIA ARMAMENTÍSTICA,

LA MÁS BENEFICIADA

LAS GUERRAS, POR LA AMBICIÓN 

DE LOS PODEROSOS 

La historia de la humanidad se ha caracterizado por el dominio del más poderoso en contra de las poblaciones débiles que, ciertamente y por naturaleza, se han rebelado, pero han sido aplastadas por la fuerza bruta dejando millones de hogares sin esposos, sin hijos, sin hermanos, sin seres queridos de sus comunidades, personas inocentes que fueron escogidas y enviadas al matadero, pero antes de caer, en el campo de batalla, se convirtieron en asesinos aumentando el caudal de los ríos de sangre esparcidos por  los surcos de todos los rincones del mundo. Las

matanzas continúan como el condenable genocidio del sionismo en contra del pueblo palestino, o la guerra de Ucrania respaldada por el desquiciado mentalmente expresidente Joe Biden y sus comparsas europeos en contra de Rusia. Estos sujetos encontraron a una marioneta fascista llamado Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, un tipo ávido de notoriedad que encontró en la guerra su máxima realización y que hoy está acorralado por el presidente Trump que quiere, mediante el cobro de factura, terminar con esa espantosa guerra cuyo precio es de un millón de muertos y la migración de más de seis millones de ucranianos que han huido para no morir. El costo de esta guerra es enorme, 120 mil millones cubiertos por los contribuyentes ucranianos y 200 mil millones de  dólares suministrados por Estados Unidos y la Unión Europea. Es

importante señalar que entre los principales beneficiados de esta gigantesca suma, 320 mil millones de dólares, es la industria militar norteamericana. Conclusión: Mientras haya poderosos sin alma, una parte de la humanidad continuará el camino del sacrificio regando su sangre por los senderos de  tierras propias y ajenas. La humanidad está condenada al flagelo de la guerra, mientras dure la vida de los que estamos y de los que vendrán en este hermoso planeta en el que nos toca vivir. Qué pena.