MÉXICO

MURIÓ ISABEL MIRANDA DE WALLACE

PERVERSIDAD E IMPUNIDAD

La historia de la humanidad registra personajes perversos e impunes. En México así fue la vida de Isabel Miranda de Wallace, quien supuestamente falleció el pasado sábado 8 de marzo. Fue velada a caja cerrada y horas después incinerada, nadie vio su cadáver, precisamente cuando el mundo se le venía encima al ser descubierta como una farsante que le podría llevar a un enjuiciamiento y terminar en la cárcel. Fue una especialista en inventar tramas y pruebas falsas. ¿Por qué no iba a inventar su propia muerte y huir de la justicia? Enriquecida con el señuelo del secuestro y muerte de su hijo, fundó una organización para lucrar y abusar del poder que le fue delegado por autoridades corruptas como ella. Miranda de Wallace, ahora se documenta, fabricó el secuestro y la desaparición de su hijo y envió a prisión a seis inocentes, solo uno de ellos salió de la cárcel. Esta mujer contó con la complicidad y el financiamiento del entonces presidente Felipe Calderón, y continuó con su inmenso poder para lucrar, enarbolando la bandera de los derechos humanos en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Claro, contó con la complicidad de los periodistas derechistas y mercenarios que la encumbraron y que también son responsables de la injusticia de las personas que están detenidas y enjuiciadas por el supuesto secuestro y muerte de su hijo. Sobre la muerte de la Wallace faltan muchas cosas por aclarar. A pesar de sus defensores, la opinión pública merece conocer la verdad. No solo es la Wallace, son también aquellos que la encumbraron y le dieron poder. La vida de la Wallace fue de perversidad e impunidad.